Armonizadores del hogar y su origen
Los móviles de viento son también conocidos como armonizadores
del hogar, llamadores de ángeles o incluso, espanta espíritus. Nos ayudan a crear
un ambiente de relajación por los sonidos que emite al ser agitado por el
viento. Son un gran elemento decorativo según el Feng Shui, pero su origen y
compleja tradición te va a sorprender.
Fueron objetos muy habituales de los indios Sioux, incluso
considerados objetos mágicos que colocaban alrededor de sus asentamientos con
la intención de proteger al poblado de malas energías. Fueron ellos los
primeros en comercializar este objeto.
Hay investigaciones arqueológicas que sitúan la existencia
de estos objetos curiosos en hace más de 1000 años; estos estaban hechos con
huesos de animales. Son de origen oriental y su influencia en la actualidad ha
llegado a través de corrientes como el Feng Shui.
Hay una gran diversidad de armonizadores, ya que según el
material emite unos sonidos u otros. Podrás encontrar móviles de viento hechos
con madera, metal, bambú, conchas e incluso vidrio. También, las figuras que
tengan nos connotará diferentes significados que vamos a ver a continuación.
- Elefante: simboliza la conexión entre lo divino y
espiritual, es una figura muy importante en la cultura asiática.
- Búho: simboliza la sabiduría, el conocimiento,
la fortuna y la belleza.
- Árbol de la vida: símbolo cargado de connotaciones
positivas, como el ciclo de la vida, el crecimiento espiritual, la
conexión con el entorno y mucho más.
- Mano de Fátima: simboliza la fuerza, protección,
poder y bendición.
- Buda: simboliza
la armonía,
riqueza y prosperidad.
- Sol: es nuestra fuente de luz y energía, simboliza el éxito.
- Luna: simboliza el inicio de un nuevo ciclo asociado al amor
y la fertilidad.
- Estrellas: es un símbolo de aspiración asociado a los logros
y metas personales.
Por último, y no menos importante, es decidir en qué rincón
de tu casa vas a colocarlo. Puedes ubicarlos tanto en el interior como en el
exterior de tu hogar, basta con colgarlos en algún sitio con cierta corriente y
dejar que la brisa del viento desprenda su magia.